lunes, 11 de febrero de 2013


                                Artículo de Opinión.
 (04 de febrero de 2013)

Sanidad valenciana en entredicho

“La Generalitat no puede poner en peligro la vida de todos los ciudadanos con políticas en materia de Sanidad que nos harían retroceder medio siglo”

Bajo la responsabilidad que supone para mí haber formado parte de la candidatura de UPyD por la provincia de Alicante en las elecciones generales de 2011, y en virtud de haber liderado un proyecto político que encontró un fuerte respaldo en las urnas, me veo en la obligación de denunciar públicamente algunas de las actuaciones del actual gobierno autonómico, que en materia de Sanidad ha lanzado en las últimas semanas informaciones al más puro estilo de “globo-sonda” para vigilar la reacción de la sociedad y actuar en consecuencia, aunque desde nuestra posición estamos convencidos que terminarán llevando a cabo ante la ruina económica que nos ha dejado en herencia casi dieciocho años de gobierno del Partido Popular.

Es reprochable que en la actual situación de crisis económica, y cuando el poder adquisitivo de nuestros mayores merma mes a mes, el gobierno ya haya actualizado los topes del copago farmacéutico a los pensionistas desde el pasado 1 de febrero. Para ellos empieza a resultar inaccesible la compra de sus medicamentos, precisamente por la implantación de ese copago y porque sus pensiones no están a los niveles que deberían, como en el resto de Europa, tras haber estado trabajando toda una vida.

A esa injusticia social, se une el multimillonario impago que de forma crónica suma la Consellería de Sanitat a las farmacias, habiendo puesto en peligro en varias huelgas del sector farmacéutico la vida de los alicantinos, valencianos y castellonenses, ante un manifiesto y evidente desabastecimiento de las boticas de nuestros pueblos y ciudades. Y lamentablemente, ese problema, lejos de haber sido atajado, amenaza con prolongarse en el tiempo por la agonía económica que mantiene al presidente Alberto Fabra mendigando por el Palacio de La Moncloa y pidiendo anticipos para mantener las constantes vitales de esta tierra.

A todo ello, hay que unir la desastrosa política que en las últimas dos décadas se ha tenido a la hora de distribuir los impuestos de todos nosotros para construir centros hospitalarios. No hay una comarca en nuestra provincia que no haya tenido promesas incumplidas, todas ellas con una deficiencia que nos ha colocado en la cola de Europa en las estadísticas de camas por cada mil habitantes, destacando por encima de todas la Marina Baja, una región que percibe a millones de turistas anualmente, y es precisamente la última comarca de la Unión Europea en cobertura sanitaria pública. Y eso, aunque no queramos creerlo, también influye a la hora de poder recibir a un turismo de calidad, que busca garantías ante cualquier contingencia en sus viajes.

A todo lo dicho se suma el anuncio más que probable del cierre de las urgencias nocturnas en muchos centros de salud de la geografía alicantina, como ya ha ocurrido en municipios de la Vega Baja, lo que ha empezado a provocar la reacción de una sociedad atónita al ver cómo y de qué manera nos están recortando hasta uno de los servicios universales reconocido por nuestra Constitución y por todos los organismos internacionales a los que pertenecemos como un país moderno y desarrollado.

Y por si fuera poco en materia de Salud, desde la Generalitat han dejado caer lo que entendemos que es “la perla” del desatino político y de un verdadero desafío a todos quienes vivimos en esta región llamada Comunidad Valenciana. La Consellería de Sanidad tiene la nada sana intención de premiar económicamente a los facultativos, a los médicos que receten menos a sus pacientes. De igual forma habrá “premio” para aquellos médicos de cabecera que derive menos pacientes a los centros de especialidades con tal de abaratar gastos, y por supuesto, habrá “premio especial” si se logra evitar una intervención quirúrgica en los centros hospitalarios públicos dependientes del gobierno valenciano.

Eso, que en algunos medios de comunicación han tildado de “tentativa de homicidio colectivo”, no podemos permitirlo. Si se llegara a poner en práctica esa forma de atender a los pacientes, el deterioro de ciertos enfermos está asegurado al no ser atendidos como correspondería a la Sanidad que hemos gestado con mucho sacrificio todos los españoles en las últimas décadas.

No recetar un medicamento por ahorrarse la Generalitat en botica puede suponer una vida. No derivar a un paciente a un centro de especialidades para realizarle la prueba con tal de no hacer analíticas o placas de RX, o ser atendido por un especialista, puede suponer una vida. No intervenir quirúrgicamente a un enfermo que lo necesite con tal de ahorrar puede ser una aberración que no podemos permitir que venga ordenado por quienes gestionan nuestros impuestos, porque quienes ocupan esos puestos es para mejorar nuestra calidad de vida, no para facilitarnos que dejemos de vivir o vivamos sin esa calidad que uno busca cuando acude a la Sanidad Pública. Un servicio y una atención que pagamos generosamente todos los españoles, directa o indirectamente, al tratarse de un servicio universal, con nuestros impuestos.

Por todo ello, y bajo la responsabilidad que citaba al inicio de mi artículo, quiero denunciar estas políticas nefastas que se vienen ejecutando desde el gobierno valenciano del Partido Popular, y a la par que pedimos sentido común con estas materias tan sensibles para toda la población, quiero afirmar que si en un futuro contamos con la confianza de Ustedes, todas estas cosas no pasarán porque gracias a la gestión de UPyD, las cosas volverán a funcionar en beneficio de toda la sociedad, desde el primero hasta el último.

Manoly Nicolás.

Manoly Nicolás fue candidata número 1 a Las Cortes en las elecciones del 20 de noviembre de 2011 por la formación magenta UPyD en la provincia de Alicante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario