Como lo prometido es deuda, saldo la mía con el escrito que sigue.
Repasando la hemeroteca de tu TERCERA PÁGINA he leído que el pasado mes de diciembre publicaste una noticia en la que un "protagonista" era absolutamente erróneo. Verás, la noticia dice que el párroco de la Almudena hizo un comentario extemporáneo, emitido por él cuando una samaritana (dicho sea por supuesto, sin ánimo discriminatorio, vejatorio u ofensivo alguno) fue a pedir ayuda a la citada Iglesia en nombre de otra persona. Los interlocutores de la petición fuimos: Un hombre (no identificado, al parecer el supuesto peticionario de ayuda) que por cierto no abrió la boca en momento alguno, la samaritana cuya identidad es al parecer Yolanda García y el que suscribe, cuya identidad conoces. Nadie más. Ni párroco, ni cura, ni consagrado alguno por ninguna parte; sobra decir que el párroco no tiene facultades extracorpóreas, no posee el don de la dualidad, es en una palabra unívoco, como cualquier persona normal.
Te preguntarás y ¿el supuesto párroco protagonista a la vez autor del supuesto desmán dialéctico,qué fue de él? Bien gracias, no estaba en este encuentro a pesar de figurar como "artista invitado cum laude".Tal vez la samaritana se dejó llevar por el ambiente eclesial.y creyó ver lo que no existía.Una alucinación más como origen del inconveniente comentario, a juicio de la interlocutora.
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Como te consta yo no soy cura. Por esa misma razón y con toda su lógica no puedo ser párroco, es más no puedo ser ni aspirante a presbítero, puesto que esa no ha sido mi vocación; añadiré que nunca he pisado un Seminariio religiosos ni como visitante ni como alumno interno. Tampoco nadie me ha ordenado en orden religiosa alguna.
Por otra parte, nunca practiqué el intrusismo. Jamás se me ha ocurrido llevar "alzacuellos, hábito o sotana", como tampoco he tenido la ocurrencia de vestirme de Almirante de la Armada Invencible, de pastor alcarreño, o incluso de político bufonero. Sabes que llevo barba, el párroco no, No obstante identificar "de visu" es un error humano muy común, Ella se equivocó de personalidad, propagó el equívoco, puso sal y pimienta a la noticia y cargó con un capirote indebido a quien no tiene ni arte ni parte en el tema. Y el eqoívoco perdura...
Vas a prrmitirme ciertas reflexiones: Que un pirómano queme una bosque, es noticia, pero de sexta página y con letra pequeña. Ahora bien, si el pirómano resulta ser bombero de profesión, entonces si que es noticia con tipo de letra 72 y si cabe en la primera página mejor que mejor, porque "vende más". En otras palabras, que un lego le indique a una persona esresada por las circunstancias que cuando cumpla su objetivlo caritativo y asistemcial, para salir del estrés al que le han llevado con la negativa de ayuda, tantoel Ayuntamiento, como la Cruz Roja y como la Asistenta Social, trate de distraerse yendo al cine, no es ni más ni menos que el intento de prestar una ayuda psicológca -no demandada- pero eso si, enmacada en la libertad de expresión constitucional. Tal comentario nunca fue hecha con ánimo de molestar, zaherir, humillar o vejar la buena intención de la solidaria demandante. No es ese mi estilo ni me lo permite mi educación.
Un párroco "es titular", el resto no. Ahora bien, si esa noticia la floreamos con otra paralela en la que se demuestra que tanto EU, como CC.OO. y el resto de los vecinos somos solidarios, automáticamente el párroco aparece como irónico, sarcástico o socarrón y ausente de la realidad de cada día y... "la noticia vende".
Así el humilde lector compara y piensa, estamos buenos, tanto hablar de amor al prógimo, de caridad cristiana y de ejemplar bondad y a la hora de la verdad... la pintan calva.
En mi opinión no debemos hacer método de lo que vemos, puesto que a veces -y este es el caso- esa imágen nos puede equivocar muy a nuestro pesar. Si además aplicamos nuestra palabra y construimos nuestra opinión basándonos en lo visto -sin haberlo visto- en lugar de en hechos armonizados como ciertos, corremos el peligro de estar absolutamanete equivocados y lo que es peor equivocar a los demás levantando involuntariamente por mera inercia, falsos testimonios.
Cuántas veces nos dejamos llevar inconscientemente por el color del cristal que colocamos entre nuestros ojos y la realidad. Y ¿qué ocurre con ese descuido? Que erramos y lo que es peor, podemos crear opinión en otros de algo que no es cierto, `porque en sí mismo, intrínsecamente es absolutamente falso.
Adjudicar al párroco de la Almdena algo que no ha dicho, sea bueno o malo, no es justo y es más, yo que lo conozco, te aseguro que no se lo merece. Ese borrón dialéctico a él indebidamente adjudicado y hecho público, tiene a mi entender su origen y explicación en el estado de ánimo de una persona estresada por las circunstancias, mediadora a la que no se le negóa ayuda alguna, sino más bien se le indicó en qué momento podría obtener la ayuda que demandaba de Cáritas parroquial que tiene un horario de atención y es a fin e cuentas la encargada de su prestación, y de la que indicó que ya había recibido ayuda a través de la parroquia de San Juan Bautista próxima a la residencia del necesitado.
Por otra parte, creo recordar que en periodismo hay una norma inviolable: Hay que informar una vez se verifique y compruebe la información a difundir y por supuesto si se comete involuntariamente a pesar de ello, un error subsanable, hay que rectificar. Los informes erróneos basados en hechos distorsionados voluntaria o involuntariamente en su origen, sobre todo si pueden perjudicar indebidamente el buen nombre de terceros hay necesariamente que filtrarlos y si perduran, enmendarlos,
Y como dice la Ranchera,"...échame a mí la culpa de lo que pase..."
Saludos cordiales de tu amigo
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José A. Corachán Marzal