EDITORIAL

           SIN RUBEN VOVERIAMOS A LAS OBRAS COMO MONT BENIDORM, PUNTA LLISERA, EDIFICIOS PELAYO, ETC.

Sin duda alguna estamos ante un raro caso del PSOE local. Nunca ha tenido un Secretario General imparcial, honesto, serio y hasta noble, en sus decisiones y acuerdos. Lamentablemente no todos los implicados en, digamos, trama, de los nombramientos son de fiar, se les conoce desde años y todos sabemos, ¡que nadie se de por engañados!, de que pie cojea y que solo buscan seguir medrando de un cargo publico bien remunerado.

Rubén debe pensar, antes de continuar, lo que se juega, ¡que es mucho!, personalmente y tomar una clara y tajante decisión, luchar para defender las siglas de un colectivo político  local que siempre ha pecado, hasta que él asumió la Secretaria, de ser el cortijo de un clan familiar y de unos sociolistos. Yo creía que ya se habían extinguidos, pero resurgen como la marabunta con el único adjetivo de seguir disfrutando con actuaciones partidistas y personales en todo lo que concierne a Benidorm.

Rubén se equivoca y ya vera, cuando llegue el momento, como no le cumplen lo acuerdos tomados ayer noche. Lamentablemente este esta rodeado por una presunta manada de lobos políticos ambiento, no solo de ostentar el máximo poder local, sino de dirigir, lamentablemente, el destino y desarrollo económico de Benidorm. Una mayoría socialista, fuera de las manos de Rubén Martínez, seria volver a las "obras" como Mont Benidorm, Punta Llisera, El Tosal, Edificios Pelayo, et.cte.. Nunca un equipo “socialista”, que  haya mandado en el ayuntamiento, ha hecho, presuntamente,  nada digno y destacable para el desarrollo y el bienestar de la comunidad de vecinos.