Artículo de Opinion.
(4
de diciembre de 2012)
“Deberían convocarse Elecciones
autonómicas sin más excusas ni dilaciones”. Por Manoly Nicolás
“Los
ciudadanos pedimos y queremos que la sociedad
valenciana vuelva a recuperar su vigor y fuerza, pedimos que las cosas
funcionen en esta tierra, y es evidente que con este gobierno autonómico y con
unas Cortes cargadas de imputados, es imposible de conseguirlo. Con total
seguridad les puedo afirmar que con un
gobierno de UPyD estas cosas no sucederían, y quizás
todo volvería a funcionar en la Comunitat Valenciana.”
Manoly Nicolás, fundadora de UPyD y candidata número uno al Congreso de
los Diputados en las elecciones generales de 2011 por UPyD en nuestra
provincia, desde una óptica personal, quiere reflexionar ante los últimos
acontecimientos políticos acontecidos en la administración pública valenciana,
donde cargos alicantinos están siendo protagonistas causantes del deterioro de
las Instituciones que representan a todos los ciudadanos.
Como persona vinculada a un partido político que defiende la
transparencia y la regeneración democrática de ayuntamientos y organismos autonómicos,
no puedo aceptar los bochornosos espectáculos que están ofreciendo el
presidente de mi comunidad autónoma y muchos de los diputados elegidos en las
elecciones del pasado mes de mayo de 2011. La máxima autoridad política,
Alberto Fabra, reconocía el pasado sábado que desde su partido se está
ofreciendo un circo en lugar de ofrecer respuesta a los problemas de los
ciudadanos. Cuando se habla en esos términos, y cuando se dice a sus diputados
y senadores que “han de trabajar como un reloj”, es porque el reloj se ha
quedado sin cuerda, o sin pilas, y son los ciudadanos quienes han de decidir a
través de las urnas quiénes han de seguir gobernando en esta región, aplicando
en Estatuto de Autonomía, que para eso existe y no considerarlo papel mojado en
situaciones límite como las que vivimos.
Hemos visto dimitir al Conseller
Vela, el de hacienda, en pleno debate de las cuentas para el año 2013 por
entrar a formar parte de otro asunto de máxima corrupción como es el del desvío
de fondos públicos donde está imputado otro diputado regional, Rafael Blasco.
Hemos visto estos días dimitir al diputado autonómico y exalcalde de Torrevieja
al ser condenado a varios años de prisión e inhabilitación. Hemos visto cómo
desde la Diputación Provincial se ha anunciado la apertura de una investigación
contra el anterior presidente Ripoll por presuntas irregularidades “de peso”,
siendo los investigadores compañeros de partido, concediéndole el Gobierno del
Puerto de Alicante.
Y estamos viendo según van saliendo asuntos turbios que terminan en
Palacios de Justicia, la responsabilidad de nuestro presidente del gobierno
Mariano Rajoy, quien autorizó en la primavera del año pasado a Francisco Camps
la elaboración de unas candidaturas repletas de políticos que ahora empiezan a
ser condenados unos tras otros. Pero
lo peor de todo es que si alguno de los condenados dimite, inmediatamente entran por la vía de “herencia familiar”
personas cercanas a ellos, como es el caso de la hija del exalcalde de
Alicante, imputado por los Tribunales de Justicia, quien ocupará el puesto
dejado por el condenado exalcalde de Torrevieja. Ni tan siquiera el actual Molt Honorable fue elegido en las urnas, su
llegada a la presidencia de la Generalitat se decidió en un despacho. Estas
cosas, en democracia, no se pueden permitir.
El Partido Popular y
UPyD pactaron el pasado martes una enmienda de UPyD transaccional en el
Congreso, donde se comprometieron a acometer las reformas legales que consigan
desalojar a los acusados e imputados por corrupción, tanto de los cargos
públicos como de las listas electorales. Fue una petición del pasado 31 de
octubre, en el que la portavoz de UPyD, Rosa Díez, planteó al ministro de
Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, sobre la necesidad de tomar medidas contra
los imputados por corrupción.
Por ello, como ciudadana alicantina, y ante la cascada de acontecimientos
desalentadores que vienen sucediendo en sede de la representación de la
ciudadanía, creo deberíamos dar un paso más y pedir
la disolución de la cámara por un acto de honradez de quienes la ocupan, que
permitiera una convocatoria electoral acorde a la legalidad vigente,
y que sean los Ciudadanos castellonenses,
valencianos y alicantinos quienes decidamos qué hacer ante el caos que impera
en la sociedad valenciana, en cualquier caso, pediría la dimisión de todos esos
diputados imputados en casos graves de corrupción. Los alicantinos no merecemos estar en
la portada de los medios nacionales por estos asuntos que provocan vergüenza
ajena, ni por supuesto estar gobernados por personas que ni son ejemplares ni
pueden dedicar tiempo a los problemas de la sociedad, porque su tiempo lo
emplean preparando sus intervenciones judiciales y cómo seguir defendiendo un
cargo público que deshonra a toda una sociedad.
Los ciudadanos necesitamos que la
sociedad valenciana vuelva a recuperar su vigor y fuerza, pedimos que las cosas
funcionen en esta tierra, y es evidente que con este gobierno autonómico y con
unas Cortes cargadas de imputados, es imposible de conseguir. Con total seguridad puedo afirmar que con
un partido como UPyD en el Gobierno estas cosas no sucederían, y quizás todo volvería a funcionar en la Comunitat
Valenciana.
Manoly Nicolás.
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